- No todos los futbolistas tuvieron la suerte de retomar su carrera deportiva tras la Guerra Civil española. Julio Antonio Elícegui Cans sí, y lo hizo para ganar un título de Liga con un novedoso Atlético Avicación que antes de la contienda había sido Atlético de Madrid, nombre que recuperó poco después. Incluso después aguantaría unos años jugando para el Deportivo de La Coruña.
Pero la Primera División la conoció como jugador del Real Unión, que por entonces era uno de los clubes más potentes del país. Intentó continuar su carrera en el Gimnàstic de Tarragona, pero las lesiones no le permitieron seguir adelante.
José María Mateos fue quien le daría la oportunidad de jugar para la selección española, con la que hizo cinco goles en cuatro partidos sin poder participar en ningún campeonato de gran importancia. Fue otra lesión lo que le privó de ello, cuando Elícegui se perfilaba como uno de los componentes del combinado nacional de cara al Mundial de Italia 1934.
- Se dice que fue uno de los mejores delanteros de su época, y eso que coincidió en aquellos años con jugadores de la talla de Iraragorri, Campanal, Gorostiza, Unamuno, Luis Regueiro y Lángara entre otros. En la recién creada Primera División llegó a marcar un total de 62 goles.
Su padre era trabajador de la Renfe en Irún, y él mismo decidió que sus hijos nacieran en su misma localidad, así que trasladó a su mujer a Castejón (Navarra) para que diera a luz el 5 de diciembre de 1910. Aquel día nació una estrella que tendría una infancia un tanto ajetreada, pues su progenitor trabajaría en diferentes lugares como Miranda de Ebro y Soto del Rey. No obstante, Elícegui se instalaría más tarde en el municipio navarro de Marcilla, donde estaban sus abuelos maternos. Éstos regentaban una especie de pequeño ultramarinos en el que vendían de todo y en la que Julio echaría una mano de vez en cuando. Después, a su padre le destinaron en Beasain, donde reuniría de nuevo a la familia. El jovencísimo Julio se pondría a trabajar como ajustador en la fábrica de vagones que había en el pueblo, y allí sería descubierto como un formidable delantero de la S.D. Beasain que pronto ingresaría en uno de los equipos de moda en España. Anteriormente, el de Castejón jugaría para modestos clubes como el Arin Sport y C.D. Azcoyen de Peralta.
Habiendo jugado hasta entonces con su hermano y recién salido del vicio del tabaco, Elícegui entraría en la profesionalidad del balompié casi sin esperarlo. A él se acercaron unos directivos del Real Unión para participar en una prueba. El examen consistía en participar en un torneo con los reservas del equipo fronterizo, Real Sociedad, Tolosa y Beasain.
Aquel torneo sería la llave de su carrera deportiva. En Navidades de 1930, sería puesto de nuevo a prueba en un partido contra el Marsella, en el que el atacante navarro dejaría cuatro goles, suficientes para convencer a los directivos del Real Unión, quienes contarían con el joven delantero de veinte años en lo que restaba del campeonato 1930\31.
El 1 de febrero de 1931 debutaría de forma oficial para el conjunto irundarra. Elícegui apareció en el once del Stadium Gal junto a los Regueiro, Urtizberea, Patxi Gamborena y el francés Petit. Pese a que el equipo perdería ante el Athletic (2-3), Elícegui marcaría su primer tanto en Primera División.
En su primer año como unionista marcaría un gol más en su visita a Les Corts, frente al F.C. Barcelona. Más goles marcaría al año siguiente, llegando a registrar diez dianas a lo largo del curso 1931\32, en el que el Real Unión acabaría bajando a Segunda División.
Pese a estar compitiendo en la categoría de plata, Julio Elícegui recibiría la llamada de José María Mateos para participar en una serie de amistosos con la selección española debutando en Vigo el 2 de abril de 1933, ante la selección de Portugal. El navarro dejaría dos goles en aquel incontestable 3-0 en Balaídos, y su actuación llamaría la atención de los directivos del Atlético de Madrid.
Con el equipo colchonero jugaría a muy buen nivel, convirtiendo 31 goles en los dos años que militó como rojiblanco antes de que la guerra interrumpiese toda competición. Finalizada el conflicto nacional, Elícegui pasaría a formar parte del renombrado Atlético Aviación.
Elícegui coincidiría con muy buenos futbolistas en aquel Atlético de la posguerra: Juan Vázquez, Campos, Arencibia, Gabilondo, Luis Urquiri... Todos ellos estaban a las órdenes de Ricardo Zamora, quien emprendía una nueva carrera como entrenador tras convertirse en leyenda del fútbol nacional.
Fue el gran goleador de aquel "Aviación" que conquistó el título de Liga en la campaña 1939\40, la primera temporada bajo el mandato de Franco. Con diez goles, Elícegui habría ayudado al equipo madrileño, dejando el mismo al final del curso para mudarse a La Coruña, donde encontró acomodo en las filas del Deportivo, equipo recién ascendido a la categoría máxima.
Como miembro del Atlético Aviación, Julio Elícegui conquistó el título de Liga en la campaña 1939\40. |
- Con el equipo gallego pasó dos temporadas a medio gas. Tuvo tiempo a registrar nueve goles más en Primera División, lo que le permitió sumar un total de 62 en sus 97 partidos en la categoría. Una lesión en el tobillo le haría decir adiós al fútbol, no sin antes jugar para el Nàstic de Tarragona, con el que compitió en Segunda durante apenas dos meses.
También una lesión le privaría de acudir al Mundial de Italia 1934 cuando Amadeo García contaba con él para representar a la República española. Una vez retirado, Elícegui trabajó en el Ministerio del Aire, falleciendo en A Coruña el 31 de agosto de 2001 a los noventa años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario