- Un día de gloria para la afición txuriurdin aquel 26 de abril de 1981. Última jornada del campeonato liguero 80\81, imágenes poco nítidas, el campo de El Molinón embarrado y un gol en el último suspiro que marca Jesús María Zamora Ansorena para empatar ante el Sporting de Gijón por 2-2.
Ese glorioso día aún deambula por la cabeza de la afición de la Real Sociedad, que gracias a aquel gol del bigotudo Zamora celebraría el título de Liga con el corazón en un puño. En Fútbol Vasco también estamos de celebración, pues con Zamora cumplimos el jugador 300 de nuestra larga lista de futbolistas que nos traen tan buenos recuerdos.
Dedicó toda su carrera a la Real Sociedad, a excepción de su experiencia como jugador de la selección española, con la que también dejó el recuerdo de uno de los goles de más bella factura en el Mundial de España 82. Aquel cabezazo que batió al meta alemán Harold Shumacher también habita en la memoria de los más gustosos por el deporte rey. Zamora era fútbol en estado puro.
Zamora participó en el Mundial de España 82. |
Nacido en Errentería (Gipuzkoa) el 1 de enero 1955, este centrocampista omnipresente vivió la época más brillante del equipo de su ciudad, con el que conquistó dos Ligas consecutivas, una Copa del Rey y una Supercopa española. Jugaba por la medular del campo, demostrando un buen control de la pelota, magnífico pase y potente disparo. Iba muy bien en el remate de cabeza, como muchas veces se pudo comprobar a lo largo de su extensa carrera. Era todo bravura, entrega y calidad, todo un lujo para poblar un buen centro del campo. Todas esas cualidades ya se pudieron contemplar en sus inicios, cuando jugaba al fútbol en el equipo de su municipio, el Don Bosco. Allí fue descubierto por empleados de la Real Sociedad, quienes tuvieron en gran acierto de incorporarlo a la cantera del club donostiarra. Allí iniciaría su rápido progreso hacia el primer equipo, destacando en el filial txuriurdin para ascender al primer equipo en 1974. Andoni Elizondo Mendiola le supervisaría en sus primeras sesiones de entrenamientos con los mayores.
Debutó en Primera División el 16 de febrero de 1975, en un partido disputado en La Rosaleda que acabaría con derrota por 2-0. Pese al mal inicio profesional, Jesús Mari seguiría contando para el entrenador, completando su primera campaña con la Real con nueve participaciones.
Zamora se asentaría en la titularidad rápidamente. A sus veinte años, el errenteritarra se ganaría la confianza tanto de Elizondo como la de Irulegui, su sucesor en el banquillo de Atotxa. Durante cuatro campañas más continuaría apareciendo en los onces del equipo donostiarra, hasta que llegó el momento de hacer historia con la llegada del técnico Alberto Ormaetxea.
El mediocampista ya soportaba los galones de una Real Sociedad que no tardaría en hacer mucho ruido en la competición española. Su aportación durante el curso 80\81 sería vital para que su equipo se proclamase campeón de Liga "in extremis".
En la memoria de muchos seguirá aquel gol en tierras asturianas. Zamora recogía un rechace en el interior del área sportinguista para batir a Jesús Antonio Castro con permiso del abundante lodo que abundaba en El Molinón. El de Errenteria le pegó con todas sus ganas y se desató la locura en el último minuto. Aquel empate a dos a domicilio supondría el primer título de Liga de la Real.
Al año siguiente se repetiría la hazaña. El equipo de Ormaetxea volvería a lazarse con el título de Liga con un Zamora que contribuiría con tres tantos en 31 partidos. Su magnífico rendimiento le permitiría acudir al Mundial de España 82, elegido por el seleccionador José Santamaría.
Jesús Mari tuvo una buena actuación en el torneo intercontinental. Participó en cuatro partidos y dejó aquel soberbio golazo que no pudo evitar el meta alemán Shumacher. La experiencia internacional del centrocampista se resume en treinta partidos y tres goles. También intervino en partidos amistosos con la selección de Euskal Herria, como no podía ser de otra manera.
Los títulos no se acabarían para Zamora y su Real Sociedad. Además de ganar la Supercopa de España en el curso 1982\83, cuatro años después vendría la Copa del Rey, en una temporada en la que Zamora jugaría cuarenta partidos de Liga sin verse afectado su rendimiento.
Migueli trata de frenar un contragolpe de Jesús Mari Zamora en un partido entre Barça y Real Sociedad. |
- De hecho, a lo largo de su carrera solamente se vería interrumpido su número de partidos por algunas lesiones sin importancia, llegando a participar en un total de 455 partidos en la máxima categoría, en la que además dejó 63 goles. Es por ello que aún figura en el cuadro de honor de la Real Sociedad como el tercer hombre con más partidos, con un total de 588.
Se retiró del fútbol por la puerta grande una vez concluida la campaña 1988\89. Se volvió a saber de él cuando en 2001 ayudó a Roberto Olabe como técnico asistente para salvar a la Real del descenso. Años después, también formó parte de la directiva txuriurdin con Miguel Fuentes Azpiroz como presidente.
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