martes, 8 de diciembre de 2020

¿Te acuerdas de Íñigo Díaz de Cerio?



- Era una gran promesa del fútbol vasco. Parece que lo tenía todo para convertirse en uno de los delanteros del fútbol español, pero las lesiones le impidieron llegar a los cuarenta partidos de la Primera División, en la que representó a los mejores clubes de Euskal Herria, el Athletic Club y la Real Sociedad. Tampoco gozó de muchas oportunidades en el conjunto rojiblanco, la verdad.
Su carrera acabaría más temprano de lo normal, pues con apenas treinta años dejaría el fútbol tras militar en el C.D. Mirandés. En su corta carrera profesional también jugó para Numancia y Córdoba, con los que adquirió mayor experiencia en la categoría de plata.

Íñigo Díaz de Cerio Conejero dejó la sensación del típico futbolista que fracasa estrepitosamente. Muchos ni se preguntan ya por su paradero, y hay quien cree que todavía sigue jugando al fútbol, pero lo cierto es que no lo hace desde 2014. Es una lástima ver como su buen nombre se perdió en tan poco tiempo.

Díaz de Cerio con el Athletic Club.
- Conocido en el mundo del fútbol como "De Cerio" o más completamente como "Díaz de Cerio", este delantero de gran olfato goleador tenía las mejores virtudes para hacer daño en el área. Era un tipo valiente, rápido, con intuición y con bastante puntería, y eso llegaría a demostrar durante sus primeros pasos con el filial txuriurdin.
Parece que aquella grave lesión le causó un fuerte daño moral, además del dolor que debe producir romperse la tibia y el peroné. Desde esa terrible fractura, a mi me dio siempre la sensación de que le daba miedo meter la pierna, aunque es algo comprensible teniendo en cuenta el calvario que debió pasar cuando pasó por tan largo proceso de recuperación. Yo creo que Íñigo no volvería a ser el mismo desde aquella penosa acción.
El 15 de mayo de 1984 nació en la mismísima San Sebastián (Euskadi). En época estudiantil, el joven delantero daría sus primeros pasos como futbolista en el Anunciata Ikastetxea, de donde directamente pasaría a jugar para el Antiguoko, una de las canteras más prodigiosas del País Vasco que tantos buenos futbolistas nos ha llegado a descubrir. Íñigo Díaz de Cerio sería una de sus grandes perlas, la que en los inicios del nuevo milenio pasaría a formar parte de la cantera de la Real Sociedad (2002).

De Cerio empezaría a progresar en los niveles juveniles de la entidad guipuzcoana, entrando a formar parte del filial directo blanquiazul allá por 2003, cuando Gonzalo Arkonada se hacía cargo de un equipo lleno de promesas como Iban Zubiaurre, Markel Bergara y Xabi Prieto.

Conseguiría debutar en la categoría de bronce en un derbi de "katxorros" ante el Bilbao Athletic, el cual se resolvió con tablas a cero. Pero ya en la siguiente jornada, Díaz De Cerio daría claras señales de su eficacia de cara al gol, anotando su primer tanto para el filial para dar la primera victoria de la temporada a su equipo ante el Calahorra.
En su primer año dejaría tres tantos más, firmando un doblete contra el Avilés Industrial, aunque en sus siguientes años sorprendería a todos incrementando sus cifras de forma vertiginosa, dejando 24 tantos en la campaña 2005\06.

Aquella temporada no solo la completaría jugando para el segundo equipo, pues el mismo Arkonada, que había sucedido a Amorrortu en el cargo, se encargaría de que el joven atacante guipuzcoano diese los primeros pasos por la máxima categoría.

Fue el 12 de febrero de 2006 cuando el canterano gozó de la gran oportunidad de viajar a la capital española para jugar en el histórico Vicente Calderón. Ínigo tendría poco más de cinco minutos para tratar de remontar un resultado adverso que no se movería del marcador, pues el Atlético de Madrid acabaría imponiéndose por un ajustado 1-0.
Díaz de Cerio acabaría aquel curso disputando de sendas oportunidades ante Valencia y Betis, ante los primeros como titular. Pero la mejor noticia llegaría con José María Bakero, quien decidiría contar con los servicios del ariete de cara al siguiente curso 2006\07.

Mejor no podría empezar el año para el canterano, que ya en la segunda jornada haría su primer tanto en la Primera División española. No obstante, aquel gol en el último minuto no serviría de mucho, ya que el Sevilla vencería en su visita a Anoeta por 1-3.

Aún marcaría otros tres tantos, que sin ser consciente, serían los últimos que haría en la división de oro, pues a la Real no le salvaría ni Miguel Ángel Lotina de aquel descenso que ya parecía anunciado en la mitad de aquel lamentable ejercicio 2006\07. 
Durante dos años tendría que partirse la cara en Segunda para ayudar a su equipo en el retorno a Primera y, cuando ya daba pistas de su mejor momento, llegaría aquella mala tarde del 8 de noviembre de 2008. Díaz de Cerio se rompería la tibia y el peroné en un choque fortuito contra el meta del Éibar Zigor Goikuria, lo que supondría un largo proceso de recuperación. 

Díaz de Cerio se rompería la tibia y el peroné en el mejor momento de su carrera.


- En los últimos días de junio de 2009 se confirma su fichaje por el Athletic Club de Bilbao. Como siempre, su marcha al eterno enemigo no sentó bien en San Sebastián, mientras que en tierras vizcaínas se cuestionaba un poco su llegada debido al largo proceso de recuperación que conllevó aquella lesión.
Aún así, De Cerio lograría debutar para los rojiblancos, en una victoria frente al Racing de Santander en El Sardinero por 0-2. Sin embargo, en sus siete partidos con el equipo de La Catedral jamás lograría estrenarse como goleador. Es más, a partir del curso 2010\11 ya no volvería a jugar en Primera, pues fue descarte del argentino Marcelo Bielsa en su llegada a San Mamés.

Tras haber jugado cedido para el Córdoba, y ya descartado por Bielsa, Íñigo se marcharía a Soria para seguir compitiendo en Segunda con el Numancia, de donde se iría al C.D. Mirandés, para el jugaría durante dos campañas en la categoría de plata antes de retirarse en 2014.

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