- Vamos con un defensa legendario, uno de esos futbolistas que marcaron mi infancia y parte de la adolescencia. Heredó el brazalete de capitán de un grande como Andoni Goikoetxea para después cedérselo a otro como Julen Guerrero. Vivió siendo un suplente los últimos títulos de un Athletic campeón, pues todavía era un mozalbete de diecinueve años.
Casi toda su vida defendió los colores rojiblancos, a excepción de aquella cesión al Valladolid y los colores de la selección española, con la que participó en 28 partidos internacionales. Además acudió al Mundial de Italia 90 con Luis Suárez como entrenador.
Genar Andrinua Kortabarria era un central elegante, técnico y a la vez peleón. Tenía unas condiciones brutales para actuar en la zaga y era todo un ejemplo de la deportividad sobre el césped, uno de los pocos caballeros de la zaga que no necesitaban ser excesivamente duros para defender. En resumen, es uno de los mejores defensores que he visto en aquellos años del fútbol sencillo.
- A lo largo de su carrera jugó 407 partidos, 338 de ellos en Primera División, de los que 304 fueron con el Athletic. Quince años pensando en rojiblanco, tres lustros honrando el viejo estadio de San Mamés, un campo que ya conocía como la palma de su mano.
Genar nació el 9 de mayo de 1964 en Bilbao (Bizkaia). En la cantera del Athletic Club de Bilbao inició su trayectoria deportiva. En Lezama coincidió con otros prometedores futbolistas como Luis Fernando, Elgezabal, Sarriugarte, Julio y Patxi Salinas. A partir del curso 1983\84 jugaría sus primeros partidos con el Bilbao Athletic siendo dirigido por el gran José Ángel Iribar. Pero su estreno con el filial casi llegó al mismo tiempo que con el primer equipo.
El 29 de octubre de 1983 sería convocado por Javier Clemente para debutar en Primera División. Fue en un partido celebrado en Sarriá ante el Espanyol de Barcelona, en el que Andrinua completaría todos los minutos para dejar a cero el marco de Andoni Zubizarreta. El partido finalizó con empate a nada.
Poco después participaría en el partido de vuelta de la final de la Supercopa española, en la que los rojiblancos se impusieron por 0-1 en el Camp Nou. Lamentablemente, el resultado de la ida hizo campeón al F.C. Barcelona, que había ganado en tierras vizcaínas por 1-3.
Aquellas serían sus únicas aportaciones en un Athletic que conquistaría el histórico doblete para la afición rojiblanca, que aún sin ser conscientes de ello, no volverían a sacar la gabarra en años posteriores, pues con la la Supercopa del curso siguiente se acabarían las gestas en San Mamés.
Era cuando ya estaba puliéndose la joya zaguera bilbaína, un Andrinua que tampoco tendría mucho protagonismo a lo largo de la campaña 1984\85. Ese sería su último año con el equipo filial, pues ya al año siguiente la directiva lo cedería al Real Valladolid.
Con el equipo pucelano sumaría un buen partidos en Primera División. Incluso marcaría su primer tanto en la categoría el 17 de noviembre de 1985, en un partido celebrado en el campo de Zorrilla ante Las Palmas que acabaría con un resultado de 4-2 para los vallisoletanos.
Acabado su ciclo en Pucela, Genar retornaría al Athletic para quedarse. Iribar, quien ya le condujera por la categoría de plata con el filial, decidió contar con el joven central para formar una poderosa línea defensiva junto a De la Fuente, Goikoetxea y Santi Urkiaga. En el año de su retorno a casa, Andrinua participaría en casi todos los partidos de la Liga 86\87.
El club de Ibaigane tendría defensa para rato, ya que por entonces, el nuevo león aún contaba con veintidós años de edad. Pese a su juventud nunca perdería la titularidad, pues siempre fue uno de los jugadores más regulares del equipo bilbaíno, el jefe de la defensa.
Heredó la capitanía de Goikoetxea para comandar la retaguardia de un Athletic que a veces jugaba por la permanencia y otras veces por pasar desapercibido en Primera División. Se acabaron los títulos y llegaron los tiempos de la supervivencia, aunque también habría sitio para las gestas europeas.
Desde 1989, pasarían más de cinco años para que se volviera a ver al conjunto vasco por Europa. Por entonces, la frescura de jugadores como Julen Guerrero, Juanjo Valencia, Karanka, Larrazabal y Alkiza darían un vuelco a la situación deportiva del club de Ibaigane, que superaría un par de partidos en la Copa de la UEFA para después caer en octavos contra el Parma italiano.
Andrinua celebra uno de sus últimos tantos con el Athletic en un partido de la Copa de la UEFA. |
- Al gran Genar Andrinua se le iba acabando el fútbol. El físico no le daría para más en sus últimos años como rojiblanco, y esas lesiones que antaño le respetarían no serían clementes con él en los últimos compases de su carrera. Es por ello que al término de la temporada 1996\97 decidió colgar las botas, entregando su brazalete de capitán a Julen Guerrero, el nuevo ídolo de San Mamés.
Andrinua jugó en 28 ocasiones para la selección española y acudió al Mundial de Italia 1990, en el que tuvo cuatro apariciones. Retirado del fútbol, el eterno zaguero rojiblanco regentaría varias tiendas deportivas, la popular Forum Sports es una de ellas.
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