jueves, 4 de abril de 2019

De cerca: Mikel Balenziaga.



- A veces bailar con la más fea trae sus buenas consecuencias, y eso mismo debió pensar este carrilero izquierdo cuando tuvo que cubrir al escurridizo Lionel Messi durante la final de la Copa del Rey 2015 y en la posterior celebración de la Supercopa, de la que el Athletic salió campeón. Aquel día, Mikel Balenziaga Oruesagasti cumplió a la perfección con su misión y freno al crack argentino, por lo que tras su gran actuación fue merecidamente elogiado por los expertos balompédicos.

Sus inicios fueron como jugador de la Real Sociedad, pero al igual que muchos acabaría jugando para el Athletic de Bilbao. Para hacerse con un puesto fijo en la zaga rojiblanca tuvo que crecer jugando cedido para equipos como el Numancia o Valladolid, llegando a lograr con el último un ascenso a Primera División. Después se convertiría en el dueño del flanco izquierdo del equipo bilbaíno.
Es zurdo cerrado, un eficaz lateral izquierdo que basa su juego en el trabajo a destajo y un reconocible esfuerzo. Es un jugador bravo, serio, comprometido y muy profesional. Eso le ha permitido superar los doscientos partidos en la máxima categoría.

Mikel nació en Zumárraga (Guipúzcoa), el 29 de febrero de 1988. Comenzó a jugar al fútbol en Zubieta, donde obtendría formación hasta que llegó al Sanse en 2006. con José Ramón Eizmendi de entrenador. Éste le haría debutar en Segunda B en un partido frente al Valladolid B que acabó con empate a uno.

Pese a su gran rendimiento con el equipo filial txuriurdin, el joven lateral no tendría ni la más mínima posibilidad de subir al primer equipo, por lo que después de dos temporadas compitiendo en la categoría de bronce, Balenziaga aceptaría la propuesta de fichar por el Athletic.
La entidad de Ibaigane pagaría un millón de euros por el jugador, que a partir de 2008 pasaría a formar parte del eterno rival. A sus veinte años, el de Zumárraga se preparaba para debutar en Primera División, siendo tenido en cuenta por Joaquín Caparrós, que le daría prioridad ante la competencia de veteranos como Javi Casas y Koikili.

Debutaría en el fútbol de élite un 14 de septiembre de 2008, en la segunda jornada de La Liga con el Málaga como anfitrión en La Rosaleda. Como titular, el guipuzcoano defendió muy bien su papel ayudando a su equipo a salir imbatido, que aquel día se traería a Bilbao un empate a cero.

Tras contar durante gran parte de la temporada para el entrenador, al año siguiente sería cedido al Numancia a causa del fichaje de Xabi Castillo. Con el equipo soriano como recién descendido, Balenziaga sumaría un buen número de partidos en Segunda División, volviendo al año siguiente a tierras vizcaínas, donde nuevamente se hallaría sin sitio en el once.

Balenziaga volvería a ser cedido para el curso 2011\12, esta vez al Real Valladolid. Con Miroslav Djukic en el banquillo de Zorrilla, el lateral se convertiría en indiscutible para el técnico serbio, ayudando a la escuadra pucelana en su retorno a Primera División.
Le vino muy bien la cesión al zaguero, y el Valladolid pediría una nueva cesión para contar con el vasco en la división de oro, en la que Mikel contaría con 32 apariciones ayudando en la permanencia del club de Pisuerga, donde acabó su estancia en el curso 2012\13 dejando un grato recuerdo para retornar al Athletic en busca de hacerse con un puesto en la zaga definitivamente.

No le sería muy complicado, ya que desde el principio contaría para Ernesto Valverde. Éste le daría toda su confianza para establecerse en la titularidad, dejando muy buenas actuaciones en un equipo que empezaría a hacer mucho ruido en los siguientes años.

Sin ir más lejos, durante la campaña 2014\15, el equipo bilbaíno se plantaría en la final de Copa, donde tuvo que enfrentarse a su bestia negra, el F.C. Barcelona. Balenziaga tuvo que vérselas con Messi, quien dirigiría a la escuadra blaugrana a la obtención del preciado trofeo imponiéndose al conjunto rojiblanco por 1-3 en el Camp Nou.
Mikel volvería a verse las caras con el argentino en los dos partidos de la Supercopa española. Esta vez se tomaría su particular venganza, haciendo muy buenas coberturas que le permitirían a su equipo conquistar un título que hace treinta años que no levantaba.

Balenziaga cumpliría con creces en sus marcajes a Lionel Messi durante la Supercopa de España.

- A Balenziaga le vino muy bien aquel particular duelo con Messi, lo que le permitiría contar con la confianza de Valverde mientras estuvo en Bilbao. Al año siguiente haría lo que hasta ahora ha sido su primer y único gol en Primera, en un partido frente al Sevilla en San Mamés, que acabaría con una merecida victoria por 3-1 para los vascos.

El guipuzcoano ya puede presumir de haber superado los doscientos partidos en la alta competición española, aunque la llegada de Yuri Berchiche le ha perjudicado, pues su paisano se adueñó del lateral izquierdo. Aún así, en la presente campaña 2018\19, el de Zumárraga lleva nueve partidos.

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