martes, 8 de enero de 2019

De cerca: Stéphane Ruffier.



- En su día le apodaron como "El nuevo Barthez", aunque supongo que será por lucir la misma calvicie que el meta de Lavelanet. Aún así, Stéphane Ruffier no se ha quedado corto en su trayectoria futbolística, ya que ha jugado para equipos como el Mónaco y acudió con Francia a la Copa del Mundo Brasil 2014. Ha disputado tres partidos con la "Tricolor".

Ayer repasamos el historial de Iago Herrerín -portero del Athletic-, y hoy toca conocer a un arquero que fácilmente podría defender el marco rojiblanco. Y es que Ruffier nació el 27 de septiembre de 1986 en Bayona (Francia-Iparralde).
Jean-François, su padre, fue campeón mundial de pelota vasca, deporte al que Stéphane ha jugado en numerosas ocasiones. Finalmente se decantó por el fútbol, compitiendo en sus primeros partidos en el corazón del País Vasco francés, donde entró a formar parte del Aviron Bayonnais.

Jugó para el club de Bayona desde los seis años y en principio entrenó como jugador de campo, concretamente como delantero. Sin embargo, la falta de buenos porteros en el equipo causó que Stéphane acabase jugando como portero en su segundo año en la academia bayonesa.

Con el Aviron Bayonnais ganó la Copa de los Pirineos, por entonces solamente tenía trece años. Pero Ruffier no se pasaría toda la vida jugando para el club de Iparralde, y al año siguiente participaría en unas pruebas de captación con el Montpellier Hérault S.C.
Fue descubierto por uno de los mejores ojeadores franceses. Arnold Catalano, quien en su día descubrió al delantero Thierry Henry, recomendó al guardameta que entrase a formar parte del AS Mónaco, uno de los equipos más fuertes de la Ligue 1. A partir de 2002, el guardameta vascofrancés empezaría a jugar con el equipo juvenil.

Ruffier estuvo cedido un año en el Bayonne y el resto de su preparación vino a cargo de las secciones menores del Mónaco. De esta manera, el corpulento meta entraría a formar parte de la primer plantilla en el inicio de la campaña 2006\07.

No debutaría en la Ligue 1 hasta el siguiente curso. El 15 de agosto de 2007 tendría unos minutos ante el Metz por la lesión de Flavio Roma. Defendió el marco hasta mantener una victoria por 2-0, y la lesión del italiano le permitió jugar más partidos en la máxima categoría gala.
Al año siguiente se ganó la confianza del técnico Ricardo Gomes y se convirtió en titular. Gracias a ello, el bayonés participó en 32 partidos más, y a partir de entonces su carrera fue en ascenso, siempre mostrándose regular bajo palos.

Vivió el terrible descenso de la entidad monegasca en 2011, momento en el que aprovechó para fichar por otro equipo de la primera división francesa, el Saint-Étienne. También se había interesado por él el Manchester City, pero finalmente optó por seguir en Francia.

Stéphane no se equivocó con su decisión, ya que mantuvo el protagonismo en el equipo de "Los Verdes". Con un histórico de la liga gala, Ruffier destacó como uno de los mejores porteros del momento, algo que ya había demostrado antes con el Mónaco.
Habiendo ya jugado con las secciones menores de la selección francesa, el de Bayona siguió acudiendo a las convocatorias del primer equipo, y su paisano Didier Deschamps no dudó en incluirlo en el equipo nacional para acudir como tercer portero de la selección francesa en el Mundial de Brasil 2014.

Pese a jugar solamente tres partidos internacionales, Ruffier acudió a la Copa del Mundo de Brasil 2014.

- Francia no pasó de los cuartos de final en aquella cita mundialista, y Hugo Lloris no le dejó ni la más mínima posibilidad de jugar en el torneo más codiciado del mundo del balompié. El llamado "Nuevo Barthez" fue perdiendo protagonismo en las convocatorias de "Les Bleus".

Ruffier continúa jugando para el Saint-Étienne, equipo en el que ya acumula su octava temporada a los 32 años. Si pensamos en guardametas como Gianluigi Buffon, nunca es tarde para que el de Iparralde acuda a otra cita mundial, pero eso ya depende de su rendimiento.

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