lunes, 29 de abril de 2019

¿Te acuerdas de Javier Yubero?



- Comenzó una prometedora carrera que acabó en una trágica muerte a causa de una terrible enfermedad. Aún seguía en activo jugando para el modesto Torredonjimeno, cuando ya se hallaba en el tramo final de su carrera tras haber jugado para equipos como el Éibar, Rayo Vallecano, Betis o Zamora. Le conocimos por sus prometedores inicios como jugador de la Real Sociedad, cuando muchos aseguraban que Yubero sería el heredero del gran Luis Arkonada.

En Primera no pasó de los 35 partidos, todos ellos cumplidos como txuriurdin. Entonces se disputaba un puesto en la portería con José Luis González, Patxi, Bixente Biurrun y un jovencísimo Alberto. En el Rayo le pasaría lo mismo, aguardando oportunidades ante la oposición de Julen Lopetegui y el meta norteamericano Kasey Keller, los que le impidieron tener protagonismo en el marco vallecano.
Francisco Javier Yubero Solanilla nació el 21 de enero de 1972 en Irún (Guipúzcoa). Fallecido a los 33 años, la edad de Jesucristo, hoy en día es más recordado por su perecimiento que por sus actuaciones bajo la portería, pues tampoco tuvo mucha suerte.

Durante su etapa formativa en la cantera de Zubieta, eran muchos los que apostaban por él para ser el dueño de la portería de Atotxa, poco después Anoeta. Javi empezó destacando por las categorías de la Real Sociedad hasta llegar al "Sanse" a comienzos de los años noventa.

Tras trabajar a las órdenes de Perico Alonso en el filial donostiarra, Yubero subiría al primer equipo para ganarse un hueco en la plantilla dirigida por John Benjamin Toshack, quien le daría la oportunidad de estrenarse en Primera División en la última jornada del campeonato liguero 91\92, en un partido como local ante el Espanyol de Barcelona que terminó con empate a uno.
Al año siguiente pasaría a formar parte del primer equipo, contando desde el principio con la titularidad tras la marcha de González al Valencia. Durante toda la campaña 1992\93, Javi sería quien acaparase toda la atención en la meta donostiarra.

Condiciones tenía de sobra. Yubero era un portero físicamente preparado y con una agilidad felina, aunque sus extraños fallos serían los que le relegarían al banquillo, y su titularidad duraría lo que consintiese su compañero Alberto, a quien nadie desbancaría durante años.

Yubero saldría de la Real Sociedad tras medio año sin oportunidades en el banquillo con Toshack. El galés había dejado de confiar en el irundarra, quien a sus veintiún años se acostumbraría a buscar cobijo en la portería de varios clubes sin encontrar un sitio en el que hallar la regularidad.
A mitad de aquel curso 93\94, Javi se marcharía cedido al Real Betis, por entonces en Segunda División. Sin embargo allí le tocaría ser el suplente de José Luis Diezma, y tan solo tendría la opción de jugar un partido de Liga y otros dos de Copa, competición en la que el conjunto andaluz sorprendió al llegar hasta semifinales, eliminatoria que jugó el irundarra.

Volvió a San Sebastián, aunque ya no contaba con sitio en la plantilla y eso haría que se buscase la vida por otros lares. Entonces se marcharía al Mérida, equipo que ascendería a Primera División durante la campaña 94\95 con Francisco Leal como protagonista de la portería.

También sin opciones en la entidad emeritense, Yubero probaría suerte otra vez en su provincia natal. Se incorporó a la S.D. Éibar, equipo también de la categoría de plata en el que contaría con oportunidades en su reencuentro con Perico Alonso.
En tres campañas como armero, su mejor año sería el último, en el que el guardián de Irún tendría protagonismo absoluto bajo palos. Entonces contaría con buenas ofertas, aceptando finalmente la del Rayo Vallecano, club que aspiraba a retornar a la máxima categoría.

Pero en el Rayo le pasaría más de lo mismo. Ascendió a Primera División pero sin opciones de volver a jugar en la élite del fútbol español. Con Juande Ramos no jugaría ni un solo minuto, por lo que ya en el ejercicio 2000\01 volvería al País Vasco para incorporarse al Amurrio.

Como jugador de la Real, Javier Yubero participaría en 35 partidos de la Primera División.

- Pasó los últimos años jugando en la categoría de bronce. Del Amurrio pasaría al Zamora y de ahí al Lanzarote. En 2002 ficharía por el Torredonjimeno, equipo que sin saberlo sería el último de su carrera y de su vida. Tras el descenso a Tercera, Yubero viviría su particular calvario con la enfermedad.

En el mes de febrero de 2003, el arquero irundarra comenzaría a quejarse de unos extraños dolores en el costado. En principio se creyó que se trataba de unas piedras en la vesícula biliar, pero finalmente se halló un tumor maligno en el hígado y páncreas. Tras unos años luchando contra esa terrible enfermedad, Javier Yubero fallecería en San Sebastián el 22 de septiembre de 2005 víctima de ese cáncer.

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