- Solo la guerra puede frenar la proyección de uno de los mejores guardametas que se vieron en la Liga Española. Eso mismo le ocurrió a Gregorio Blasco Sánchez, el primer arquero del Athletic en liga, un excelente "paralotodo" que acabó su vida en México tras jugar para varios clubes americanos.
Tan solo él pudo debatirle a Ricardo Zamora ese título que lleva su propio nombre, el que perfectamente pudo denominarse "Premio Blasco". Ambos fueron tres veces los menos goleados antes del conflicto bélico y, de no haber sido por la Guerra Civil, seguro que el meta vasco hubiera conseguido llevarse más veces el galardón, otrora inexistente.
En Primera solamente pudo participar en 113 partidos, pues no hubo tiempo para más. Desde poco antes que se creara la liga profesional, "Goyo" ya defendía los colores rojiblancos, cogiendo el testigo de un gran delantero como Rafael Moreno "Pichichi", quien da nombre al trofeo que se repartían aquellos que intentaban batirle. El guardameta solo era un niño cuando Pichichi triunfaba en el Athletic.
- Posiblemente, en esa niñez tratase de emular los pasos del eterno goleador rojiblanco, ya que cuentan que Blasco empezó a disfrutar el fútbol como jugador de campo. Tenía doce años cuando sufrió una lesión que le obligó a probar suerte como portero, posición que ya defendería en sus primeros pasos como canterano del Chávarri de Sestao, donde iniciaría su fulgurante carrera deportiva.
Nacido en Mundaka (Bizkaia) el 10 de junio de 1909, tras dar sus primeros pasos por la margen izquierda, Blasco se trasladaría a la parte derecha vizcaína para continuar su formación en el prestigioso Arenas de Getxo, que por entonces era tratado como uno de los mejores clubes del país. Sin embargo, sus pasos más firmes los dio con el Acero de Olabeaga, donde el joven meta alcanzaría una gran fama compitiendo en el campeonato regional de Vizcaya.
Ese paso por el Acero sería crucial para que el Athletic de Bilbao se fijase en él. En la campaña 1926\27, el conjunto de Olabeaga se midió contra el poderoso club bilbaíno, cuya increíble delantera fue incapaz de hacerle un gol al jovencísimo "Goyo", que por entonces no tenía ni la mayoría de edad. Gracias a sus impresionantes actuaciones bajo palos, el meta de Mundaka acabaría fichando por el club de Ibaigane, al que se incorporaría inmediatamente para finalizar el curso como rojiblanco.
Sus primeras paradas con el Athletic las hizo el 22 de mayo de 1927, en un amistoso frente al Swansea. Concluida la campaña 1927\28, las organizaciones nacionales se sentarían para hablar sobre la creación de la nueva Liga Española, en la que el joven Blasco estaba a punto de debutar.
Ocurrió el 10 de febrero de 1929, en el primer derbi vasco de la historia liguera. El equipo rojiblanco de Máximo Royo visitaba Atocha con los Larrakoetxea, Garizurieta, Unamuno, Lafuente y Blasco bajo palos. Evidentemente, el de Mundaka sería el primero en encajar un gol en la larga historia del Athletic en Liga, tanto obra de Bienzobas.
Aquel derbi se resolvió con empate a uno, ya que Bergareche haría el último tanto del partido a falta de dos minutos para terminar la primera parte. El resto de partido sería cosa de los porteros, y tanto Gregorio como Izaguirre cuajaron grandes actuaciones.
Se resolvió la primera temporada liguera de la historia con un Athletic sin títulos y Ricardo Zamora como portero menos goleado. A lo largo del curso, el meta vizcaíno había jugado once partidos en los que concedió veintidós tantos. No fue un buen comienzo para el joven arquero, que en aquella campaña se repartió los minutos con José Luis Izpizua.
A Bilbao llegaría Frederick Beaconsfield Pentland, quien le daría un brusco cambio a la situación del equipo. Además de firmar un doblete con la primera Liga del Athletic y su décima Copa del Rey, Gregorio Blasco se haría con su primer inexistente "Trofeo Zamora".
Tras aquella sensacional temporada 1929\30, el conjunto bilbaíno sumaría un nuevo doblete al que seguirían otras dos Copas del Rey en los siguientes años en el que Blasco continuó ocupando el marco de San Mamés, que ya en 1934 celebraría su segundo "Zamora" coincidiendo con el tercer título liguero de un Athletic Club imparable.
Blasco seguiría sobresaliendo bajo palos y los títulos no se acabarían, ya que en la última temporada de una liga interrumpida por la Guerra Civil (1935\36), la poderosa escuadra vasca conquistaría otra Liga gracias a las paradas del mundakarra, que se llevaría su último galardón como portero menos goleado.
En resumidas cuentas, Gregorio Blasco consiguió tres trofeos como portero menos goleador y se llevó a nivel colectivo cuatro títulos de Liga y otros cuatro de Copa del Rey. Su increíble trayectoria como guardameta del Athletic se pararía de golpe, como no, por culpa del estallido de la Guerra Civil que, como ya sabemos, paralizó todas las competiciones nacionales.
Hasta tres títulos "Zamora" conquistó Goyo Blasco en sus ocho años compitiendo en la Liga Española. |
- Con 203 partidos habiendo honrado los colores del Athletic, Blasco continuó jugando al fútbol en algunos partidos con aquella selección vasca, la que compitió en largas giras internacionales hasta que se instaló en tierras americanas. Allí, muchos jugadores vascos temieron sufrir las consecuencias de la guerra con el nuevo gobierno franquista, por lo que muchos de ellos se quedaron por el nuevo continente.
El que ya vistiera la zamarra española en cinco partidos internacionales, se convirtió en una figura del fútbol americano jugando para equipos como el Real Club España y el Atlante mejicanos. También jugó para el River Plate argentino, donde aún se le recuerda por ser el primer portero que jugó con guantes. Blasco volvió a México y allí se retiró, donde además falleció el 31 de enero de 1983.
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