lunes, 4 de febrero de 2019

¿Te acuerdas de Luis Miguel Heras?



- Parece mentira que algunos jugadores queden en el olvido, y más cuando se trata de hombres que han formado parte de una de las mayores gestas del fútbol nacional. Hablo de cuando la Real Sociedad ganó su primer título de Liga, allá por 1981.
No era Satrústegui, ni López Ufarte, Luis Arkonada, o Jesús Mari Zamora. Su nombre es Luis Miguel Heras Burgos y formó de aquel equipo txuriurdin compuesto por Alberto Ormaetxea en el que no pudo disputar un solo partido a causa de una extraña lesión de ligamento que le apartó de los terrenos de juego durante todo el año. Eso sí, fue un campeón más.

El 22 de abril de 1956 vino al mundo en la localidad guipuzcoana de Zumárraga. Se dice que empezó a jugar al fútbol casi por casualidad. Al ser juvenil en aquella época, Heras no encontró sitio en la plantilla del Urola, por lo que tuvo que conformarse con jugar al fútbol junto a sus amigos.

Una vecina muy aficionada al fútbol le vio tocar la pelota y pensó que sería buena idea que fuera observado por los ojeadores de la Real Sociedad. Ésta se puso en contacto con Iñaki Sarriegi quien no dudó en trasladarse a Zumarraga para observar el talento de aquel malabarista del balón.
Luis Miguel convenció. Se plantó en las instalaciones del equipo txuriurdin sin botas porque no tenía. Le dijeron que se pusiera unas de su número de las que tenían allí, y la prueba finalizó de manera exitosa. Heras era un delantero talentoso, un jugador de gran calidad que llevaba el gol en la sangre, y eso le permitió entrar a formar parte de la Real Sociedad en su categoría juvenil.

Por entonces contaba con quince años y se instaló en San Sebastián. Estuvo tres años en las secciones menores y otros tres en el Sanse, hasta que al fin consiguió ganarse la confianza de Ormaetxea, quien le citaría para unirse al equipo de mayores a finales de los setenta.

Tercer día de septiembre de 1978. El de Zumarraga sería convocado para figurar en el banquillo del primer equipo para un partido ante el Burgos en El Plantío. Aquella tarde, el joven atacante disfrutaría de poco más de siete minutos para ayudar a desempatar un partido complicado, pero finalmente no habría suerte y el partido acabaría con empate a uno.
Durante aquel curso 78\79 jugaría otros seis partidos, todos ellos como reserva. Menos opciones tendría al año siguiente, y eso que en un partido frente al Real Madrid marcaría su primer y único gol en la categoría máximo, partido que los vascos se llevarían por 4-0.

Contaría con pocas oportunidades, pero la competencia era demasiado alta. También es cierto que aún era muy joven y físicamente estaba muy por debajo de sus compañeros. Aún así, el joven ariete seguiría entrando en los planes del técnico realista de cara a la pretemporada 1980\81.

Heras salió como titular en el primer partido de la preparación veraniega, en un choque en Irún en el que no duraría más de catorce minutos en el campo. Al delantero se le rompió un ligamento y rápidamente fue retirado del terreno de juego sin aún saberse la gravedad de aquella lesión.
A día de hoy hubiera sido más fácil su recuperación, pero Heras no hallaría la solución más eficaz a sus males. Se hizo varios chequeos, se fue a Toulouse para tratarse con acupuntura e incluso viajó a Barcelona para ponerse en manos del brujo de Burlada. Todo tratamiento fue inútil.

El caso es que Heras se pasó toda la temporada en blanco. Mientras, la Real Sociedad se proclamaba campeona de liga al término de aquella campaña en Gijón. Pese a que el zumarragatarra no intervino en ningún partido, él también fue parte de aquel gran trabajo realizado por sus compañeros, aquellos con los que había jugado hasta el momento de aquella rarísima lesión.

Pese a permanecer toda la temporada 1980\81 en blanco, Heras también fue campeón de Liga con la Real Sociedad. 

- Se recuperó a medias y eso le obligó a jugar nuevamente en los equipos menores. Nunca más volvería a jugar para el primer equipo y su carrera se reduciría a jugar para equipos de inferior nivel. Luis Miguel Heras pasaría por el Burgos y por el Deportivo Alavés. Con el Lorca competiría en siete partidos de la Segunda División, hasta que recaló en el Alcira para después retirarse del fútbol.

Aún era joven cuando decidió dejar el fútbol. Tuvo sus pinitos como entrenador, pero poco a poco fue alejándose del deporte para vivir una vida tranquila en su Zumarraga natal. Allí regentaría una cafetería sin olvidar que él también fue el primer campeón de Liga con la Real Sociedad.

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