¿Te acuerdas de Kike Burgos?

- A lo largo de los años noventa vimos muy buenos porteros en la Liga Española: Santiago Cañizares, Paco Liaño, Andoni Zubizarreta, Jacques Songo'o, Paco Buyo, Germán "Mono" Burgos... Burgos también se apellida nuestro siguiente protagonista, un arquero que no pasó a la historia por ser uno de los mejores, sino por estar a la sombra de muchos durante sus años como futbolista.
Esto no quiere decir que haya sido un mal guardameta, pues la competencia en aquellos años fue muy alta. A Enrique Burgos Carrasco se le recuerda por haber defendido el marco de equipos como el Athletic, Alavés y Real Mallorca, clubes con los que compitió en Primera División.

Era un hombre de complexión fuerte, alto (1´89). Entre sus virtudes estaban las de su buena colocación, carácter, buena estirada y dominio del juego aéreo. Los únicos fallos que le pude sacar fueron los de su mal juego de pies y esos nervios que a veces le jugaban malas pasadas.

Por lo demás, cabe recordar a este mítico portero que nació el 20 de enero de 1971 en la localidad de Barakaldo  (Bizkaia). Sus inicios se forjaron en la cantera del Athletic Club, donde progresó a finales de los ochenta para conocer la Segunda División con el Bilbao Athletic.
Se ganó la titularidad en el filial rojiblanco durante dos campañas hasta que Javier Clemente reclamó sus servicios para suplir la baja por sanción de Patxi Iru. Fue el 16 de marzo de 1991 en Castalia, en un partido de Primera División ante el Castellón. Aquel chaval apodado como "Kike", tuvo un horrendo debut ante un equipo más flojo que le endosaría dos goles, suficientes para llevarse el partido.

Entonces recuerdo que conocíamos a Kike por aparecer en las ediciones de cromos de aquella época más que por otra cosa. No obstante, Iñaki Sáez y Txutxi Aranguren vieron algo en él, pues durante la temporada 91\92 llegaría a ocupar el marco de San Mamés en veintidós ocasiones. Aquel joven fortachón acabaría sentando a Iru en el banquillo hasta el final de un curso bastante descafeinado.

Todo cambiaría con la figura de Juanjo Valencia, un portero que se ganaría el protagonismo bajo palos para dejar a Kike como un simple jugador de banquillo. Kike fue usado por Heynckes para los compromisos de Copa y algún partido de Liga en el que Valencia no pudiese ser alineado.
A la sombra del joven Juanjo le tocó estar al barakaldés, que ya en 1995 abandonaría la entidad bilbaína para probar suerte en las filas del Real Mallorca, equipo que por aquella época militaba en Segunda pero que era un serio candidato al ascenso.

Dos años dedicó sus esfuerzos Kike Burgos para que el equipo alcanzase el anhelado ascenso a la máxima categoría. Fue indiscutible hasta que el equipo subió en 1997, pues entonces surgió otro portero que le haría chupar banquillo durante bastantes jornadas. Carlos Roa sería el culpable de ello.

Kike abandonó aquel Mallorca con aires europeos para retornar a su Euskadi natal. Para seguir sumando partidos en Primera, el barakaldés encontró una buena oportunidad en las filas del Deportivo Alavés, otro equipo que sorprendería compitiendo en la Copa de la UEFA.
Pero una vez más se toparía con un gran competidor por la portería. Esa era la desdicha del bueno de Kike, que tras una temporada en la que contó con veinte titularidades volvería a estar a la sombra de otro compañero. Sería otro argentino quien le devolvería al banco, en este caso Martín Herrera, conocido por entonces como uno de los porteros revelación de La Liga.

Tres años más estuvo jugando para el Alavés, con el que tuvo otros veinte partidos a lo largo del ejercicio 2001\02, precisamente el último año suyo como babazorro. Finalizada la temporada, el jugador con treinta años ficharía por el Poli Ejido.

Samuel Eto´o trata de batir a Kike Burgos en un partido entre Mallorca y Deportivo Alavés.

- Se acabaron los años en Primera para el cancerbero de Barakaldo, que en sus años como futbolista llegó a sumar 81 partidos en la máxima categoría. Los últimos años de su carrera los afrontó en Segunda División, jugando para un Poli Ejido con el que al fin tuvo todo el protagonismo en la portería, así hasta retirarse en 2007.

Aprovechó su gran experiencia para convertirse en entrenador de jóvenes porteros. El inolvidable Kike, aquel que también fuera internacional con las secciones menores de la selección española, ha estado entrenando a porteros de Primera en equipos como el Betis y Villarreal.