De cerca: Miguel Flaño.

- La fidelidad a un club tiene nombre propio: Miguel Flaño Bezunartea. No hace mucho que renovó por el Club Atlético Osasuna, el único equipo de toda su trayectoria profesional y con el que ya acumula su decimoquinta temporada desde que debutó en 2004.

No hace mucho que os hablé de su hermano gemelo, Javier Flaño. Son igualitos, cuesta diferenciarlos, e incluso ambos juegan en posiciones defensivas. A Miguel le toca la parte más dura, la del zaguero central que siempre permanece atento al rival.
Su juego no es muy vistoso, pero en su sencillez radica la eficacia. Este Flaño es capaz de jugar en los dos lados del eje central, empleándose con dureza en cada acción y con mucha disciplina en todos los ámbitos. No es muy técnico, pero su forma de proteger el área le ha permitido cumplir con éxito a lo largo de toda su carrera, que no es corta.

Los hermanos Flaño nacieron el 19 de agosto de 1984 en Pamplona, Navarra. Bueno, Miguel es un cuarto de hora mayor y siempre fue por delante, incluso a la hora de debutar con el primer equipo de Osasuna. Antes, ambos tuvieron que formarse en las secciones menores del club rojillo, claro está.

Empezó jugando en el Osasuna Promesas, al igual que su hermano. Ascendió al equipo filial en 2002, con Alfonso Gogorcena como entrenador. Éste le haría debutar en Segunda B a los diecisiete años, un 17 de marzo de 2002 frente al Alfaro. Flaño cumplió como titular y el filial rojillo se llevó tres puntos para Pamplona tras vencer por un fácil 0-3.
Miguel se asentaría en la titularidad durante la recta final de aquel curso 2001\02. Participó en diez partidos y mantuvo ese protagonismo durante esos años en los que defendió a Osasuna Promesas, lo que le permitiría llegar pronto al primer equipo.

Cumplió con creces en Segunda B y terminó la campaña 2003\04 sin saber la sorpresa que le deparaba. Miguel Flaño haría la pretemporada con el equipo de mayores, equipo de Primera División por entonces y con el mejicano Javier Aguirre de entrenador.

Su estreno en la máxima categoría no tardaría en llegar. El 18 de septiembre de 2004 tendría unos minutos en El Sadar para jugar ante el Betis. Ya iniciada la segunda parte, Aguirre le dio entrada en detrimento de Carlos Cuéllar para conservar una trabajada victoria por 3-2.
En aquella temporada jugaría seis partidos más y otros cinco de Copa. Lo más importante de aquel mágico año fue la clasificación obtenida para la Champions League, aunque la escuadra rojilla no superaría las fases previas al torneo más importante de Europa.

Pero Flaño sí pudo jugar en la Copa de la UEFA, aunque por entonces cumplía con un rol suplente dentro del equipo. De hecho, fue a partir de la campaña 2007\08 cuando el zaguero empezó a contar con más apariciones a las órdenes de José Ángel Ziganda.

A partir de aquella temporada cumplió con un buen número de partidos como osasunista, siempre vistiendo de rojillo. Vivió momentos muy dulces, pero también sufrió los sinsabores del fútbol, en especial cuando el Osasuna descendió a Segunda en 2014.
Tampoco tuvo mucho protagonismo en aquella nefasta campaña, ya que con Mendilibar y Xavi Gracia apenas llegó a la quincena de partidos. También las lesiones tuvieron mucho que ver, pero lo cierto es que Miguel había perdido su sitio en la zaga osasunista.

Recuperó su lugar en la categoría de plata. Siempre al servicio de su querido Osasuna, Flaño fue vital para que el equipo retornase a Primera al término del ejercicio 2016\17. Aquel año tuvo 34 apariciones y pudo festejar el ansiado ascenso.

Quince temporadas son las que lleva Miguel Flaño jugando para el Osasuna.

- El equipo recuperó la categoría, pero Miguel Flaño solamente sumaría doce partidos en un año que volvería a ser empañado con otro desafortunado descenso en 2017. Lejos de abandonar la entidad, el defensa navarro seguiría luciendo los colores osasunistas.

Cierto es que ya no le queda mucho fútbol, pero Flaño superó de largo los trescientos partidos con el Osasuna, equipo al que dedicó doce goles. Vivió una semifinal de la Copa de la UEFA, dos descensos y un ascenso, e incluso vibró con el Osasuna más histórico, capaz de colarse en los puestos clasificatorios de la Champions League.