- Viva imagen de su padre, este lateral izquierdo no llegó tan lejos como su progenitor. Raúl Iznata Zabala tocó techo al jugar unos partidos en Primera con el Málaga, aunque la cifra nunca llegó a las cincuenta apariciones (48). También llegó a vestir la camiseta de equipos como Numancia y rayo Vallecano, aunque en bajos niveles.
Educado en un ambiente familiar muy deportivo, su abuelo llegó a ser entrenador del Málaga Club de Fútbol, aunque su padre Antonio nunca llegó a ser profesional con el equipo de la Costa del Sol. Iznata padre pudo presumir de haber ganado una Liga con el Madrid de los sesenta, aunque también jugó en Primera con equipos como Espanyol, Zaragoza y Osasuna.
Curioso es que su vida está muy ligada a las ciudades de Málaga y Pamplona. Raúl nació el 21 de septiembre de 1977 en Pamplona (Navarra), aunque sus antepasados son andaluces. Sus inicios como futbolista se forjaron en tierras malacitanas.
Allá por la década de los noventa ya entrenaba en la cantera del club blanquiazul. Iznata llegaría al equipo filial para debutar en 1997. Sus claros progresos le llevarían al primer equipo, que por entonces estaba en Primera y entrenado por Joaquín Peiró.
El técnico madrileño vio en el hijo de Antonio un chaval con mucha proyección, un rápido carrilero zurdo con muy buen golpeo de balón y ganas de emular a su propio padre, que por desgracia falleció hace unos meses.
Ilusionado y ansioso por debutar en Primera, Iznata estuvo entrenando con el primer equipo hasta el punto de llegar a colarse en la convocatoria de la novena jornada de la Liga del cambio de milenio (1999\00). El 24 de octubre de 1999, Raúl sería titular ante el Mallorca, aunque sería sustituido antes de iniciarse el segundo tiempo. Los baleares vencieron por 2-1.
Pero al zaguero pamplonica no le faltarían oportunidades con Peiró. Dos jornadas después dispondría de otros 45 minutos, aunque esta vez entrando en la segunda mitad. En aquel partido en el Camp Nou, el joven canterano sería partícipe de una histórica victoria ante el Barça de Van Gaal (1-2).
Iznata continuó jugando para el Málaga tres años más en la máxima categoría, aunque finalmente acabaría siendo prescindible para el entrenador, por lo que en el mercado invernal se marcharía cedido al Numancia para acabar la campaña 2001\02.
Con el conjunto soriano demostró una gran madurez, aunque compitiendo en Segunda División. Su media campaña en Soria fue bastante óptima, figurando casi todos los partidos como titular y anotando su primer gol como profesional.
Acabado su periodo de préstamo, Raúl volvió al club de La Rosaleda para tratar de consolidarse en la élite del fútbol español. Aún con Peiró en el banquillo, y con la Copa Intertoto conquistada, el lateral tuvo un buen número de oportunidades, pero nunca superó las expectativas puestas en él.
Sus años como malaguista estaban prácticamente contados. En otras tres campañas con el Málaga, el pamplonica solamente pudo cumplir un total de 48 partidos en la máxima categoría, y casi siempre figurando como una pieza de banquillo.
Es por esa razón que Iznata acabaría poniendo fin a sus años como jugador de Primera. A partir de entonces tuvo que conformarse con jugar en categorías más modestas y empezando por el Rayo Vallecano, que en 2005 se hallaba compitiendo en Segunda B.
Como jugador de Primera, Raúl Iznata no pudo cumplir ni los cincuenta partidos. |
- En el Rayo Vallecano permaneció dos temporadas, aunque en Vallecas aún tendría menos protagonismo que en sus anteriores equipos. Fue el declive de su carrera deportiva, abandonando en 2007 la entidad rayista para jugar en equipos de escaso prestigio y dejando en el recuerdo sus mejores años como futbolista. Sus siguientes equipos fueron Antequera, Fuengirola y Alhaurín de la Torre.
Es curioso, pero su padre (malacitano de nacimiento) llegó a debutar como jugador de Osasuna y nunca jugó para el Málaga, mientras que Raúl (pamplonica) empezó jugando para el Málaga y jamás defendió los intereses del equipo rojillo. Cosas que tiene el fútbol.
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