miércoles, 6 de marzo de 2019

¿Te acuerdas de Natxo Garro?



- Empezó haciendo ruido en la cantera del Athletic como si fuera un jugador de brillante futuro que en cuestión de pocos años debutaría en Primera División. No obstante, nunca ocurrió. La carrera de Natxo Garro se desarrolló entre clubes de Segunda y Segunda B, jugando para equipos como el Burgos, Alavés, Murcia, Las Palmas, Éibar o Mirandés.

Ignacio Garro Gómez De Carrero sumó un total de 299 partidos a lo largo de su carrera, 90 de ellos en la categoría de plata. Nació en Vitoria-Gasteiz (Araba), el 21 de abril de 1981. En Sopuerta (Bizkaia), este centrocampista inicia su carrera jugando para el San Viator.
Natxo se dio a conocer como un buen centrocampista organizador de impresionante físico y unas dotes defensivas propias de un defensa central. Sin embargo desarrolló su carrera como centrocampista, jugando a veces más adelantado y otras retrasado. Aguerrido como ninguno, además de la entrega y esa garra que caracteriza a los jugadores vascos, era un tipo con gol.

Del San Viator pasaría a la cantera de Lezama, y a finales de los noventa ingresó en el Bilbao Athletic, donde coincidió con Mendilibar como entrenador. Con el de Zaldibar conoció la Segunda B debutando en un partido frente al Gernika, llegando a sumar en su primer año con el filial rojiblanco 29 partidos en los que marcó un par de tantos.

Siguió un año más en el Bilbao Athletic, sin ninguna opción de debutar con el equipo profesional y yendo claramente de más a menos. A las órdenes de Edorta Murua jugaría menos, razón por la que el vitoriano se marcharía cedido al Amurrio Club, muy cerca de su ciudad natal.
Estuvo de ida y vuelta entre el Amurrio y el filial rojiblanco, teniendo más oportunidades con los ayaleses, con los que también competía en la categoría de bronce. Es por ello que finalmente se desvinculó de la entidad de Ibaigane, marchándose posteriormente al Burgos C.F., en el verano de 2003.

En Burgos creció bastante. En su segundo año con el equipo de El plantío participaría en un total de 32 partidos y marcaría dos tantos, cuajando una buenísima campaña que le llevaría a fichar por el Real Murcia, equipo de la Segunda División por entonces.

Garro se pondría a las órdenes de Casuco, entrenador contratado para buscar la permanencia y, si es posible, colarse entre los puestos de ascenso a la división de oro. No sería un año tranquilo, ya que la plantilla pimentonera tendría que contar con tres entrenadores diferentes para salvar la categoría, objetivo cumplido por los pelos.
Natxo fue vital para la segunda vuelta, aunque ya había debutado con Casuco el 25 de septiembre de 2005 en un partido contra el Poli Ejido que acabó con victoria por 0-3 para los murcianos. Por culpa de las lesiones, el medio gasteiztarra no contaría con la continuidad deseada.

El Murcia logró salvarse y Garro debutar en Segunda, competición en la que también participaría con la Unión Deportiva Las Palmas. Con los canarios gozó de mucho protagonismo y sumó 33 apariciones aprobando con sobresaliente, aunque el club insular no seguiría contando con el vitoriano.

Llegaría el momento de retornar a su ciudad natal. Natxo ficharía por el Alavés de Josu Uribe, quien no duraría mucho en el banquillo de Mendizorrotza debido al mal inicio liguero. Sería con el técnico asturiano con el que más titularidades contaría, pero la llegada de Bañuelos y posteriormente Salmerón, le perjudicaría bastante, pues perdería la regularidad dentro del equipo.
Aún peor sería al año siguiente, en una campaña 2008\09 en la que el club babazorro acabaría descendiendo a Segunda División B tras jugársela contra el Celta en Balaídos. Garro solamente jugaría quince partidos, y el equipo fue en caída libre hasta que se certificó su descenso frente al Albacete.

Con el Mirandés, Natxo Garro acabaría dejando el fútbol logrando un histórico ascenso a Segunda.

- Para Natxo se acabaría jugar en Segunda, y ya no hablemos de debutar en Primera, claro. El mediocampista abandonaría su Álava natal para firmar por la S.D. Éibar, equipo que por entonces se hallaba en Segunda B. En Ipurúa contaría con más de cuarenta apariciones en sus dos años como armero, rozando el ascenso a Segunda en 2011, aunque el equipo no superaría los play-offs.

Su última estación sería Miranda de Ebro. Con el Mirandés jugaría solo una temporada, su última como jugador de fútbol. Con el equipo castellano si lograría el ascenso a Segunda al término de aquel curso 2011\12, pero una vez finalizado el mismo prefirió colgar las botas. Por si fuera poco, con el Mirandés conseguiría colarse en la semifinal de la Copa del Rey, en la que cayó frente al Athletic de Bilbao.

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