- Nuestro siguiente protagonista también jugó para muchos equipos, era delantero y debutó con el Athletic de Bilbao en Primera División. Solo una cosa le diferencia de Urko Vera, y es que Aitor Huegun Etxeberria nunca llegó a jugar al fútbol en el extranjero.
Desarrolló toda su carrera en España, empezando desde la cantera de Lezama hasta pasar por modestos clubes como el Cartagena, Real Unión, Lemona, Barakaldo, Lorca, Éibar y Elche, entre otros. Hace nueve años que colgó las botas tras una larga carrera de casi dos décadas.
Yo presencié su primer partido en San Mamés, que no su debut en Primera. Fue ante el equipo del que soy seguidor, el Real Club Celta de Vigo, en el que apenas dispuso de minutos con Heynckes en el banquillo. Aquella tarde de marzo -hoy hace más de 25 años, el Athletic vencería por 2-1.
Aitor nació en San Sebastián (Guipúzcoa) el 9 de agosto de 1972. Aficionado txuriurdin, nunca llegaría a defender los colores de su amado equipo, y sin embargo encontraría la gran oportunidad de ingresar en Lezama tras iniciarse con el Antiguoko Kirol Elkartea.
Todavía era juvenil cuando Huegun logró debutar con el filial directo de la mano de Blas Ziarreta. Ya en su tercer año con el Bilbao Athletic, Jupp Heynckes le convocaría para asistir a Zaragoza con motivo de la celebración de 24ª jornada de la Primera División.
Dicho debut se produciría el vigésimo día de febrero de 1994, en La Romareda. El joven donostiarra saldría de inicio ante el Real Zaragoza, completando todos los minutos del partido sin la suerte de estrenarse como goleador. El conjunto aragonés acabaría venciendo por 1-0.
Como ya he dicho, su siguiente partido sería su nueva experiencia en La Catedral ante el Celta, y aún disfrutaría de otra oportunidad liguera tres jornadas después, en una derrota por 3-0 ante el Oviedo, en el Carlos Tartiere. Posteriormente seguiría jugando para el filial, con el que haría ocho tantos.
Huegun jugaría cedido para Real Mallorca y S.D. Éibar. Con ambos equipos competiría en Segunda División, retornando posteriormente al Athletic para jugar sus últimos minutos en Primera con Luis Fernández en el banquillo de San Mamés.
Fue durante un partido ante el Deportivo de La Coruña, que aquel día sacaría de La Catedral un valioso empate (1-1). Ese 18 de octubre de 1997 sería su última vez jugando en la división de oro española, pasando a jugar para varios clubes de Segunda y Segunda B una vez desvinculado de la entidad vizcaína.
Con el Elche vivió un ascenso a Segunda, pero al año siguiente se mostraría poco goleador, lo que le obligaría a cambiar de equipo de cara al ejercicio 1999\00. Entonces fichó por el Granada, con el que rozó el ascenso en sus dos años con el conjunto nazarí, el que abandonaría en 2001.
Tras un breve paso por el Motril y Cartagena, Aitor Huegun ingresaría en el Lorca Deportiva, con el que curiosamente viviría sus mejores años como futbolista. Al principio no lo pasó nada bien, pues ya es sabido aquel secuestro de su hermano Asier en tierras colombianas, que duraría algo más de dos meses.
En lo deportivo, el delantero donostiarra hizo diecisiete goles durante el curso 2003\04, los mismos que haría al año siguiente, el del ascenso del Lorca a la Segunda División. Con el equipo murciano tendría una situación parecida a la que padeció en el Elche, sin la oportunidad de poder destacar en la categoría de plata, lo que forzaría su marcha del Lorca en el mercado invernal del ejercicio 2005\06.
Ficharía por el Real Unión de Irún, y a partir de entonces no volvería a salir de Euskadi para jugar al fútbol, así como tampoco volvería a competir en Segunda. Con el equipo irundarra, Huegun jugaría dos temporadas en Segunda B, en las que sumó un total de quince dianas.
Apreciamos a Huegun como jugador del Mallorca en una maraña defensiva del C.D. Logroñés, |
- En 2007 volvió a tierras vizcaínas para jugar en el Barakaldo, donde solamente permaneció una temporada antes de incorporarse a la Sociedad Deportiva Lemona, con la que a los 36 años pondría fin a su extensa carrera deportiva en 2009.
Casi veinte años jugando al fútbol, con cuatro oportunidades en Primera División como miembro del Athletic Club y un total de 555 partidos en los que anotó 149 goles. Lástima que ninguno hizo en su larga estancia en Bilbao, aunque siempre le quedará la grata experiencia de haber participado en la denominada "Liga de las Estrellas", el anhelo de todo futbolista.
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