De cerca: Thaylor Lubanzadio.

- No hace mucho que tuve la suerte de toparme con él por las calles de la gran Vigo. Por un momento pensé que estaba de visita, ya que de su estancia en el Celta sacó buenas amistades. La razón no fue otra que su fichaje por el Coruxo, club modesto y vecino en el que Brian Thaylor Lubanzadio Aldama se halla actualmente.
Con equipos como Celta y Éibar estuvo cerca de debutar en Primera División, sin embargo no ha pasado de competir en Segunda B, donde ha representado a otros clubes como el Real Unión, U.D. Logroñés y Caudal, además del filial celtiña.

Podéis encontrar más sobre él en Fame Celeste, página que dedico enteramente al Real Club Celta de Vigo. Nacido en la mismísima ciudad de Bilbao, el 27 de febrero de 1994, Thaylor es de padre angoleño y madre alavesa. Nunca ha jugado internacionalmente, aunque su sueño sería poder representar a la selección de Angola, pues es parte de su sangre.

Es un delantero alto y espigado que también puede actuar por las bandas como extremo, y es derecho pero le pega muy bien con la zurda. Rápido y habilidoso con el balón en los pies, este bilbaíno de sangre africana empezó a destacar como jugador del Danok Bat.
El Danok Bat posee relación con el Athletic de Bilbao, pero al no contar con la propuesta de unirse a Lezama, el atacante vasco decidiría viajar a Vigo para incorporarse al Celta, por el que empezaría jugando en su equipo filial a las órdenes de David De Dios.

Con el Celta B demostraría ser todo un profesional. Casualidades de la vida, debutó frente al U.D. Logroñés en Segunda B, y sus primeros goles los haría contra el Caudal de Mieres, al que le hizo un doblete para el deleite del público de Barreiro.

Durante su estancia en Vigo no solo habría logrado un ascenso a la categoría de bronce en su primer año. Además, el delantero de Danok Bat participaría en sus primeros duelos en la Segunda B, dejando en sus dos años con el filial olívico un total de 8 goles en 54 partidos.
Si complicado fue hacerse un hueco en la plantilla del equipo menor, más aún lo sería en un Celta venido a más que ya se había estabilizado en Primera. Thaylor no conseguiría jugar en la máxima división del fútbol español, pero al menos contaría para Eduardo Berizzo, quien al menos le permitió participar en un partido amistoso con jugadores del primer equipo.

Thaylor se fue de Vigo consciente de que su formación en A Madroa no había sido en vano. Retornó al País Vasco para entrar a formar parte de un Éibar con poca vida en Primera, con el que empezó a trabajar bajo la supervisión de José Luis Mendilibar.

El de Zaldibar no le daría la oportunidad de estrenarse en la máxima categoría. Una vez más, el ariete vizcaíno tendría que conformarse con aparecer en partidos amistosos y jugar para equipos como el C.D. Vitoria y la Unión Deportiva Logroñés. Al último se incorporó cedido junto a otros tres compañeros de la entidad guipuzcoana.
Con el conjunto riojano volvería a competir en Segunda B, contando en su corta estancia con tan solo trece apariciones durante la primera mitad del curso 2016\17. Sin mucho que destacar en su paso por el Logroñés, Thaylor Lubanzadio se marcharía, también a modo de préstamo, al Real Unión.

A su corto paso por Irún, Thaylor no tuvo fácil hacerse con la titularidad. Tan solo contó con tres titularidades y fue objeto de un lamentable capítulo más del racismo en el fútbol. Fue en un partido celebrado en el Stadium Gal, frente al Atlético Saguntino. Un aficionado visitante se vació en insultos racistas que preferiría no mencionar. Lo más humillante es que el trío arbitral no quiso escuchar aquellas ofensas al bilbaíno, que abandonaría el campo de juego llorando ante la semejante barbarie.

Tras un breve paso por el Real Unión, Caudal de Mieres y Baskonia, Thaylor volvió a Vigo para unirse al Coruxo.

- Desde aquí mostrar mi más absoluto desprecio a este tipo de conductas, fuera y dentro del deporte, y ya de paso enviar ánimos a este fenomenal muchacho que es Thaylor Lubanzadio. Continuando con su carrera deportiva, que es a lo que estamos, Thaylor abandonaría Irún, se desvincularía del Éibar y se incorporaría al Caudal de Mieres en septiembre de 2017.

Tras vivir un amargo descenso con el club asturiano, el joven vizcaíno se incorporaría a uno de los más directos filiales del Athletic, el Baskonia. Allí no permanecería mucho tiempo, ya que en enero de 2019 retornaría a Vigo para ser presentado como nuevo jugador del Coruxo.