domingo, 17 de febrero de 2019

¿Te acuerdas de Luis María Otiñano?



- Poco pudo disfrutar de su jubilación deportiva, ya que un accidente de tráfico se lo llevó cuando aún era joven. Hablo de un jugador que en Euskadi jugó más bien poco, que a lo largo de su carrera disfrutó de la máxima categoría con equipos como el Málaga y Sabadell. También jugó para Osasuna, Baskonia y Cádiz, aunque ya en Segunda División.

Luis María Otiñano Sáenz nació cerca de tierras vizcaínas, en Llodio (Araba), el 18 de mayo de 1943. Era un jugador que actuaba como extremo o segundo delantero, un guerrillero de la zona de ataque que sabía hacer goles, además de regalarlos.
Comenzó su carrera en las filas del Baskonia, en principio a las órdenes de Manuel De Nicolás. Superviviente de la categoría de plata por entonces, el club basauritarra contaba con un joven muchacho de dieciocho años que sobresalía entre sus compañeros de equipo. Ese incisivo alero atacante no era otro que el llodiotarra Otiñano.

Fue titular con el Baskonia desde el principio, anotando su primer gol en Segunda en una amplia derrota por 5-2 ante el Sanse. Pronto se acomodaría en la titularidad, realizando incluso un doblete en una nueva derrota ante el Deportivo Alavés (4-3).

Goles hizo cinco, pero su juego entusiasmó mucho más. En aquella época en la que reinaba el "fútbol más obrero", una forma de jugar más sencilla y peleona, Otiñano consiguió llamar la atención de varios clubes de Primera, entre ellos la del Málaga C.F.
Fichó por la entidad malacitana en el verano de 1962, entrando a formar parte de una talentosa plantilla en la que figuraban los nombres de Ben Barek, Américo y Sande, entre otros. Ante la gran competencia, el jugador no pasaría de las nueve apariciones en la alta categoría, en la que debutaría a mediados de la campaña 1962\63.

Otiñano debutó en Primera División el 20 de enero de 1963, en un enfrentamiento ante el Athletic de Bilbao, en San Mamés. Aquella sería una tarde aciaga para el conjunto andaluz, que se llevaría de tierras vascas un incontestable resultado de 3-0.

Tres jornadas después de su debut llegaría su primer gol. Un gol suyo serviría para llevarse la victoria del Martínez Valero ante el Elche (0-2), resultado que albergaba muchas esperanzas de cara a la salvación. También dejaría su sello goleador en la competición copera, en la que el Málaga no pudo pasar de cuartos.
Finalmente, la escuadra albiazul no lograría la permanencia, viéndose obligada a competir dos años en Segunda para recuperar la categoría en 1965. La participación de Otiñano fue muy importante de cara al ascenso, aportando dos goles a una plantilla que no duraría mucho en Primera.

Y es que aquel Málaga tenía fama de equipo ascensor. Justo cuando el medio alavés se amoldaba a la máxima categoría, el club de La Rosaleda volvería a descender en 1966, logrando un nuevo ascenso al año siguiente, otro descenso en 1969 y otra subida de categoría en su último año como malaguista. Fue una extraña trayectoria la del cuadro andaluz en aquellos años sesenta.

Con el Málaga en Primera, Otiñano se marcharía dejando muchos amigos en la llamada Costa del Sol. Con aquel imborrable recuerdo de ocho maravillosos años al sol, el vasco puso rumbo a Barcelona para fichar por el Centre d'Esports Sabadell F.C.
Con el equipo arlequinado jugaría tres años más en Primera División. No tendría muchos minutos con el conjunto catalán, razón por la que se libraría de cerrar la temporada 71\72, en la que el Sabadell certificaría su descenso a Segunda División.

Luis María Otiñano se había marchado al Cádiz en el mercado invernal. En su retorno a tierras sureñas conseguiría eludir otro descenso con el conjunto gaditano, con el que participó en diecisiete partidos de la Segunda División. Con el equipo salvado, el extremo llodiotarra se marcharía a Pamplona.

Vemos a Otiñano en el centro de la imagen participando en un entrenamiento con la plantilla del Málaga.

- No volvió a jugar más en la división de oro española, pues con el Osasuna jugaría dos años en la segunda categoría española. Para el equipo navarro dejaría sus últimos goles como profesional, aunque por desgracia viviría otro descenso al término del ejercicio 73\74. Finalizada esa campaña, Otiñano decidiría colgar las botas con 81 partidos y 10 tantos en Primera División.

El 27 de mayo de 1997 no se volvió a saber más de Luis María Otiñano. En aquella Málaga querida en la que se había afincado, el ex-jugador había tenido un accidente de motocicleta cuando iba al trabajo. La Costa del Sol se tiñó de luto para llorar la muerte de un gran futbolista que murió con 54 años.

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