¿Te acuerdas de Ignacio Irusquieta?

- Merece la pena honrar el trabajo de un antiguo defensor que vistió la camiseta de varios equipos a lo largo de su carrera deportiva. Con las pocas herramientas que dispongo, procuraré explicar la trayectoria de este jugador que llegó a competir en Primera con el Deportivo de La Coruña, Atlético y Mallorca, así como también jugó en equipos de Segunda como Levante un mítico Indautxu.

Ignacio Irusquieta García, a quien pasado el régimen franquista prefirió que se le llamase Iñaki, nació el 17 de octubre de 1933 en Iturrigorri (Bilbao-Vizcaya). Allá, en las calles del barrio bilbaino de El Peñascal, creció jugando al fútbol como ya harían sus hermanos menores, Ramón y José María. Todos acabarían jugando al fútbol profesional, aunque solo Ramón e Iñaki conseguirían hacerlo en Primera.
Lo más curioso es que todos los Irusquieta eran defensas. El mayor, a quien me refiero hoy, era el típico zaguero de grandes arrestos y pundonoroso que se empleada en cada jugada con la dureza necesaria. Todo valía con tal de frenar los potentes ataques de aquella época.

Al igual que sus hermanos, Iñaki terminaría jugando para el Indautxu, aunque su primer equipo sería el Iturrigorri, de donde pasaría al Acero de Bilbao y posteriormente al Athletic. Sin sitio en la plantilla rojiblanca, tuvo un breve paso por el Arenas del Getxo, del que se iría para fichar por el Barakaldo a comienzos de los años cincuenta. Con dieciocho años de edad, el defensor bilbaíno  jugaría sus primeros partidos en la categoría de plata española, hasta que finalizado el curso 1951\52 recibió una oferta que le llevó a viajar a Galicia.

Irusquieta ficharía por el Deportivo de La Coruña, que por entonces militaba en Segunda División. Con Carlos Iturraspe de entrenador, el joven vizcaíno tendría la gran oportunidad de debutar en Primera. El 31 de enero de 1954, la escuadra coruñesa viajaría a Mestalla para medirse al Valencia C.F. Iñaki completaría los noventa minutos de juego, en un partido con resultado favorable a los locales por 2-0.
Al año siguiente, con Toba como entrenador, el zaguero vasco contaría con la titularidad de cara a la campaña 1954\55, estableciéndose en la titularidad del equipo gallego a partir de la cuarta jornada y demostrando galones en sus primeros pasos por la alta categoría española.

En el Deportivo estuvo cinco temporadas, viviendo el agónico descenso de 1957. Fue precisamente en su año más goleador, registrando su primer tanto en la categoría un 24 de febrero de 1957, en una goleada en Riazor que serviría para derrotar al Zaragoza (4-1). Ese mismo año haría dos tantos más.

Jugó para la entidad blanquiazul en la intentona por retornar a la máxima categoría. Pero él tomaría un camino más directo, puesto que con el curso 58\59 ya iniciado el Atlético de Madrid se haría con sus servicios por una cantidad de dinero desconocida.
En sus primer año como colchonero sumaría diez apariciones y marcaría un gol ante el Valencia C.F., equipo que sacó del Metropolitano una valiosa victoria por 1-2 pese al tanto del vasco. Aquel sería su único gol como miembro de la entidad rojiblanca.

Finalizada aquella campaña, Irusquieta no tendría más oportunidades con el Atlético. Se cree que estuvo jugando partidos para el equipo reserva mientras transcurrían sus tres años de contrato con la entidad de Manzanares, de la que finalmente se desvincularía tras jugar cedido en el Mallorca.

Con el equipo balear viviría sus últimos años en la alta élite del fútbol español. Ignacio Irusquieta completaría el ejercicio 1960\61 con doce partidos más en Primera División, en la que acabaría haciendo un total de 84 partidos y 4 goles. Una vez concluido su préstamo al club mallorquín, Irusquieta quedaría en total libertad para buscar un nuevo equipo.

El segundo por la derecha en pie es Ignacio Irusquieta, en su etapa como jugador del Mallorca.

- A medida que su carrera iba decayendo, la de sus hermanos iba tomando vuelo. Iñaki jugaría un año en las filas del Levante, con el que tendría un pobre papel en Segunda División. Consciente de que ya no le quedaba mucho fútbol, el zaguero decidiría retornar a su Euskadi natal para reunirse con sus dos hermanos pequeños en la Sociedad Deportiva Indautxu.

Para el equipo indautxutarra jugaría sus últimos partidos, habiendo pertenecido a un Atlético campeón de Copa y a un Deportivo y Mallorca de Primera. Por poco no llegó a completar los cien encuentros en la división de oro, puesto que su tope se quedó en 84 apariciones.