- Jugadores como este son los que marcan los primeros pasos de un gran Éibar, un club de currantes que desde hace años se codea con los más grandes de la Primera División. Pero para ello, el equipo tuvo que pelear mucho en Segunda B, y posteriormente en la categoría de plata. Ascensos y descensos marcaron la carrera deportiva de este jugador que fue armero durante casi toda su carrera.
Iban Fagoaga Aguirre se crió en tierras guipuzcoanas pese a nacer en Vera de Bidasoa (Navarra), donde vino al mundo el 26 de marzo de 1980. Desde pequeño ya destacó en el fútbol donostiarra, formándose en sus inicios en la cantera del Antiguoko.
Hoy en día es muy atípico encontrar defensas que no lleguen a los 1´75 cm de estatura. Fagoaga se quedaba a un centímetro, pero como central sabía moverse a la perfección, siendo un jugador de constitución fuerte que raras veces descuidaba sus marcajes. En la zaga era pícaro, un "perro viejo". Era todo un líder de vestuario que dejó una gran huella en la S.D. Éibar.
Tras destacar en las filas del Antiguoko, el de Vera de Bidasoa se incorporó a la cantera del Éibar a finales de los noventa, cuando el equipo principal ya se hallaba en la categoría de plata. Iban entraría a formar parte del equipo filial, con el que empezaría a entrenar bajo la dirección de Javier Mandiola.
Conoció la categoría de bronce jugando al lado de jóvenes promesas como Ion Ansotegi o Koldo Erostarbe, estableciéndose en la titularidad del equipo hasta llamar la atención de Blas Ziarreta, primer entrenador del equipo de mayores.
Así es como debutó en Segunda División, el 18 de noviembre de 2001. Aquel día en Ipurúa, un jovencísimo Fagoaga salió como titular en un compromiso ante el Recreativo de Huelva. El conjunto armero no pasó del empate a uno, pero las actuaciones del navarro le permitirían contar con más apariciones durante aquella campaña 2001\02. En su primer año con los mayores sumó trece partidos.
Alternó apariciones con el primer y segundo equipo, viviendo el amargo descenso del filial armero al término de la temporada. No obstante, Ziarreta decidió subirlo a la primera plantilla de cara a la siguiente campaña, en la que tuvo algo más de protagonismo.
Durante tres años más seguiría en el Éibar figurando como titular en la zaga azulgrana. Marcó su primer gol como armero el 2 de diciembre de 2004, precisamente ante el equipo que en su día se estrenó en la categoría. Esta vez, los andaluces se hicieron con la victoria por 1-2, haciendo inútil el tanto de un Fagoaga que ya tenía galones en el cuadro guipuzcoano.
En 2006 viviría el amargo descenso a Segunda B, ayudando al equipo en su retorno a la categoría de plata tras vencer en los play-offs a un fuerte Rayo Vallecano. Tras aquel significativo ascenso, Iban abandonaría la entidad eibarresa para fichar por el Granada 74.
En un club con escasos años de vida y en riesgo de desaparición, el defensa navarro jugó como titular completando unos registros de 28 partidos y un gol. El conjunto granadino, que por entonces estaba en Segunda, acabaría perdiendo la categoría cuando su nombre se desvanecía por los escasos recursos económicos. Esto haría que el de Bidasoa abandonase la entidad.
Fagoaga retornó a Euskadi para fichar por el Deportivo Alavés. Con el equipo vitoriano tan solo jugaría un partido de la campaña 2008\09, saliendo de titular en Mendizorroza para caer derrotados ante el Rayo, que se impuso por 0-2. Por si fuera poco, Iban sería expulsado por González González antes de finalizar la primera mitad del encuentro entre vascos y madrileños.
Aquel 15 de febrero de 2009 habría jugado el último partido de su carrera deportiva. El jugador comprendió que sus dolencias de espalda no le permitirían jugar con regularidad, por lo que pactó con el club babazorro su carta blanca para que éste pudiera cubrir su ficha con otro jugador.
Fagoaga representó casi toda su vida al Éibar a excepción de su paso por el Deportivo Alavés y Granada 74. |
- La Liga Profesional de Fútbol desestimó la solicitud del Deportivo Alavés, e Iban Fagoaga se vio obligado a continuar en el equipo sin poder reaparecer en los terrenos de juego. Aquellos dolores de espalda serían los que le obligarían a dejar el fútbol con tan solo 28 años, con un Alavés que al término de aquella campaña 2008\09 descendería a Segunda B.
Iban dejaría el fútbol para ejercer como entrenador en equipos modestos del fútbol vasco. Fagoaga no pudo vivir el histórico ascenso del Éibar a Primera División (2014). No obstante, el navarro marcó los pasos de supervivencia del equipo armero, viviendo otros logros que siempre figurarán en la historia del club.
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