miércoles, 30 de enero de 2019

De cerca: Iñaki Urkizu.



- En Fútbol Vasco también hay cabida para los clubes modestos, y más cuando se trata de históricos como el Sestao y el Real Unión de Irún. En la entidad bidasotarra se halla actualmente este defensa que labró sus inicios en el Antiguoko y Beasain, para después dar el salto a Segunda B con el Sestao River.

Iñaki Urkizu Beobide es un lateral diestro inteligente, rápido y de calidad, o así lo describió Ángel Viadero, su entrenador en las filas del Sestao. Además de esas características, este zaguero posee unas condiciones físicas brutales, las que le permiten destacar por su flanco a la hora de subir la bola. Es buen asistente y muy solidario en los marcajes.
Nació el 4 de julio de 1990 en Berastegi (Gipúzkoa). Se inició en las secciones menores del Antiguoko, una gran fábrica del fútbol vasco de donde salieron muchas estrellas. Después de progresar en el equipo afiliado de la Real Sociedad, Iñaki fichó por el Beasain.

Con la Sociedad Deportiva Beasain destacaría en sus tres temporadas ligado al equipo donostiarra. De allí marcharía al Gernika, otro equipo de la Tercera División en el que conseguiría llamar la atención de varios clubes del País Vasco como uno de los mejores carrileros de la categoría.

Urkizu ya había sonado para el Sestao River anteriormente, aunque sus obligaciones laborales no le permitían trasladarse a tierras vizcaínas, pues cumplía con una jornada laboral de mañana y tarde. Todo cambiaría con el cambio de turno en su empresa, lo que le permitiría aceptar la segunda oferta del club de Las Llanas en el verano de 2013.
Con horario matinal de trabajo, al fin pudo reunirse con su nuevo entrenador para fichar por el Sestao River. Pese a tener que viajar una hora y media de camino todos los días, el de Berastegi pudo empezar a trabajar con la plantilla verdinegra.

Viadero le haría debutar el 25 de agosto de 2013 en Segunda B, en un partido celebrado en Las Llanas contra el Getafe B. El cuadro getafense sacaría un empate en su visita a tierras vizcaínas, en un disputado partido que finalizó con empate a uno.

El primer gol de Urkizu con la verdinegra llegaría cuatro jornadas después. El zaguero guipuzcoano saldría del banco para rematar la goleada en casa del Amorebieta (2-4), en el que sería su primer tanto en la categoría de bronce, y no el único de aquella campaña 2013\14.
Aún marcaría dos tantos más, ambos a domicilio ante Huesca y el Laudio. Recuerdo que aquel año presencié una victoria del Sestao en Las Llanas. Los de Viadero se impusieron por 4-1 ante el Huesca, pero Iñaki solamente disputaría los minutos finales de aquel encuentro. Con el River llegó a ganar el título de Liga, aunque no serviría para ascender a la categoría de plata al fallar en los play-offs.

Habiendo participado en 32 partidos con el conjunto sestaotarra, el de Berastegi contaría con nuevas ofertas para cambiar de aires, eso sí, ninguna de equipos de Segunda o Primera. Lo cierto es que había hecho una magnífica campaña con el Sestao, pero sus actuaciones solamente despertaron el interés de varios equipos de la Segunda B.

Pero como no hay mal que por bien no venga, el jugador recibiría una oferta que le facilitaría algo más su ajetreada vida. Fichó por el Real Unión de Irún, un equipo más cercano a su casa y al lugar de trabajo. En el verano de 2014 se concretó su fichaje por el equipo txuribeltz, con el que se pondría a las órdenes del técnico Aitor Zulaika.
Desde el principio se erigió como titular en la zaga unionista, llegando a sumar 32 partidos más en Segunda B, en los que anotaría otro gol más que serviría para empatar a dos en Toledo. Mientras Zulaika se mantuvo en el equipo irundarra, Urkizu pudo mantener su rol como titular.

Después de jugar para el Gernika, Iñaki Urkizu ficharía por el Sestao River (Foto de vavel.com).

- Después de sumar dos tantos en su tercer año como txuribeltz, Iñaki Urkizu contó con menos apariciones con Santana y Ribera en el banco del Stadium Gal. Fue un año irregular para casi todo el equipo, una campaña 2017\18 en la que el lateral jugaría veintidós partidos, interrumpidos por alguna lesión de escasa importancia.

Durante la presente campaña ha vuelto a recuperar ese protagonismo perdido. Con Juan Domínguez Otaegui de entrenador, Urkizu se siente importante en la escuadra de Irún, con la que ya cumple su quinta temporada, siempre compitiendo en la categoría de bronce.

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